• ¡Melisande! ¿Qué son los sueños?, de Hillel Halkin

Damas y caballeros, en la pista central el pilar fundamental de la literatura universal, leitmotif por antonomasia, perejil de todas las salsas y paladín de sinsabores y éxtasis varios: EL "APOR". Lo siento, es que tengo un trancazo tremendo. Halkin ha escrito una bonita carta de amor de... no voy a ir a mirar, ¿300 páginas? que, estando bien escrita, me ha dejado los dedos un poco pringosos de merengue. Hacia el final de la novela estaban ya embreados perdidos. La tarta viene presentada con decoración literaria y filosófica -a ratos casi mística- y lleva también triángulo de toda la vida, pero, como buena tarta, se asienta en bizcocho dulzón y yo... soy más de salado, qué le vamos a hacer.

Recomendación: a gustosos de historias de amor. 

NOTA DE PRÉSTAMO: Mi compra de Sant Jordi, cagüensos, que NO doy por amortizada. 

5 comentarios :

  1. Descomunal definición, Deborah. Poquitas líneas te hacen falta para poner el libro en su lugar. Qué acertada, chica, qué acertada.

    ResponderEliminar
  2. Me esperaba otra cosa o me ha resultado un pelín empalagosa o ambas cosas.

    ResponderEliminar
  3. Justo estoy leyéndolo, voy por la mitad... No me empalaga, pero el tufo cultureta de los 3 protagonistas asusta, como si en cada frase de diálogo necesitaran dejar claro que son más inteligentes que tú.

    ResponderEliminar
  4. El pringue yo lo he notado más en el último cuarto, y el tufo que comentas, creo que tienes razón, a ratos ya roza la pedantería. Para mí tiene algunos diálogos majos, por la ironía y ya. Espero ver tu reseña, ¡si lo disfrutas, que aproveche!

    ResponderEliminar
  5. ¡ Ay, Dios!, y a mi que me gustó. Oye,el" apor " o el amor de vez en cuando , aunque sea empalagoso ,no está mal. Eso sí,en pequeñas dosis.

    ResponderEliminar