Imagino que no tiene la culpa Selva Almada del márketin torticero que acompaña su novela (por otro lado, digna, bien armada) con esas solapas que anuncian -con un par- ¡un nuevo Faulkner! ¡otro Erskine Caldwell!. Santocristodemedinaceli, es como aquel Carrasco de la intemperie convertido en Delibes redivivo, o peor, porque esta escritora argentina apunta buenas maneras con tragedia de sabor arrabalero y violento de familias enfrentadas y de cómo llegan a la inquina y de cómo la resuelven; y no necesita salir de la primera casilla con semejante lastre. Sobar de esa manera la épica, la profundidad y las formas de los grandes para vender más, en mi caso no ha funcionado -es de la biblio-, sino para cabrearme como una mona con la editorial. Dejad a los ladrilleros en paz, que se leen solos, cojones.
Recomendación: a gustosos de historia de familias trabajadoras enfrentadas en la Argentina profunda.
¿esta es toda la opinión?...si es que no dices nada...
ResponderEliminarPues que me ha parecido digna pero que ni de coña es Faulkner o Caldwell.
ResponderEliminarLo siento, no doy para más.
Gracias por pasarte,
¡Salud!