El parto de un bebé muerto. Desde la primera contracción hasta que enterramos el pequeño ataúd hecho a mano por papá en el bosque. Un puto horror. Menos mal que no tiene 300 páginas y no es autobiográfico, eso ha sido todo un detallazo, William. Ficción que yo no necesitaba. Para nada. Muy evitable y altamente prescindible, esquivable y todo lo que acabe en -able y que siga por "Que le den por saco". No está mal escrito, no es un premio Nobel y es más triste que un ciprés chuchurrío, ergo no veo motivos ni para entronizarlo -como he visto por ahí- ni para recomendarlo.
Recomendación: si lo sé no vengo. A quien le vaya la literatura sobre partos de bebés muertos.
Hola
ResponderEliminarTodo el mundo habla de maravillas de él, pero a mí me dejó muy frío. Siempre hay excepciones, como la tuya, afortunadamente.
Creo que cuando hay un pérdida, un duelo por medio, más si se trata de un recién nacido parece obligado que el lector debe darle su apoyo unánime, porque si uno crítica el libro parece que moralmente es reprobable.
A mí, me resulto tan corto como tedioso.
Dejé algo dicho aquí.
http://www.devaneos.com/libros/el-nadador-en-el-mar-secreto-william-kotzwinkle-2014
Pd. Con "La constelación del perro", me ha pasado algo parecido, un libro que cogió mucho vuelo y que me parece muy mediocre.
Es la historia real del embarazo de la mujer del escritor.
ResponderEliminarPues si es autobiográfico me lo pones peor. Se convierte en pesadilla.
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