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Qué rápido se olvida el sabor de la
literatura cuando llevas tiempo sin probar bocado. Y qué rica sabe
cuando te reencuentras con ella. Hasta he hecho algo que no practicaba
hacía lustros: he olido el libro; una edición en tapa dura que forma
parte de un compendio de obras maestras de la Literatura Universal, no
os digo más. Historia de personajes marginales en pueblacho americano
deprimido -ambientación "
Made in Steinbeck", a mi modo de ver-
que desgrana la tragedia de la soledad con una narración que raya la
transimisón oral: McCullers se dirige a nosotros mientras nos cuenta la
historia del café triste, nos deja en suspenso, nos lleva y nos trae... y
bienvenido sea el viaje. Otro descubrimiento (más) de la bibliotecaria:
Olga 4*-Deborahlibros 0.
(*) Goles de Phillipe Claudel, Mejillones para cenar, John Cheever y McCullers respectivamente.
Recomendación: a quien quiera novela breve de la américa profunda de cinco tenedores.
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