• La buena vida, de Álex Rovira

Hay a quien le ayuda leer a Kundera, o a Coetzee. Hay a quien le ayuda meterse cuarto y mitad de cómics y hay a quien le ayuda la letanía contra el miedo (épica, por cierto) de las Bene Gesserit o leer en bucle a Agatha Christie o agarrarse los Episodios Nacionales para dormir. A mí el Cuarteto de Alejandría de Durrell me ayuda, sin haberlo leído, a sujetar una fila de libros. Jamás me arrimé a un libro de autoayuda o crecimiento personal, etc. Sencillamente es un tipo de lectura que no me atrae. La Buena Vida es un compendio de reflexiones y citas -bien elegidas- que te recuerdan, por ejemplo, que hay que trabajar para vivir -y no al contrario- y que lo importante lo tienes al lado: roncando, cocinando o haciendo la tarea. ¿Que por qué ha caído este?, pues porque ha sido éste y no otro el que ha ayudado/aliviado/tranquilizado a mi madre unos días antes de que le quitaran un tumor cabrón del cuerpo. Y qué queréis que os diga, a mí con eso ya me vale. Madre no hay más que una. Gracias, Álex. 

Recomendación: a quien pase por momentos críticos o puntos de inflexión personales.

NOTA DE PRÉSTAMO: Lo dicho, me lo ha pasado mi madre. 


2 comentarios :

  1. En este año turbulento, a mí me ayudó mucho "Cartas de una pionera", de Elinore Pruitt Stewart. Optimismo a raudales (pero del bueno, sin ningún atisbo de ñoñería pero sí con mucho sentido del humor), y ganas irrefrenables de irse de acampada con la prota a las montañas de Wyoming. Te lo recomiendo, el formato kindle es gratis (en inglés).

    ResponderEliminar