• La marca del meridiano, de Lorenzo Silva

En un descargo inicial diré que es el primer Premio Planeta que leo, porque me lo han pasado y porque es de Chamorro y compañía. La alergia que desarrollé al marketing de este espectáculo editorial vendiendo pilas de melocotones helados como si fueran cromos de la liga a la puerta de un colegio sigue intacta. El motor de lectura era comprobar si Silva remontaba el bache de La estrategia del agua y puedo decir con alivio que sí, aunque la frescura, los diálogos y la ironía originales descansan -en paz- en el lejano país de los estanques. Mejorada la trama de La estrategia y cuando el amor benemérito, para servidora, empezaba ya a ser irrespirable, los guardias corruptos consiguen equilibrar -algo- la balanza. Le doy un bien porque engancha y porque me ha tocado la fibra, después de pasarme media infancia atravesando esa marca del meridiano. 

Recomendación: a seguidores de Chamorro y Bevilaqua y a aficionados a novela negra casera. 

NOTA DE PRÉSTAMO: Propiedad de mi madre que va rulando por la familia. 

3 comentarios :

  1. Hola. Yo conocía a un chaval que llevaba siempre en el coche un manual de ésos para presentarse a las oposiciones a la Benmérita, y cuando le paraban los picolos, se lo enseñaba y les decía que él también quería entrar en el Cuerpo y toda la murga... así que le dejaban ir con unas palmaditas, claro.
    Bueno, pues a eso me han recordado siempre los libros del Bevilacqua que he leído (más de uno, te lo aseguro, por circunstancias que no vienen al caso): no sé si el sr. Silva es hijo del cuerpo o quiso entrar en él, pero está claro que se ha leído el manual de marras. Y así escribe, el tío (así escribe de mal, quiero decir,en mi opinión).

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  2. Creo que el mejor de la serie es el primero, "El lejano país de los estanques", con el que me lo pasé bastante bien -que creo que de eso se trataba, sin más- y empecé con Silva por "La flaqueza del bolchevique", un libro que me gustó bastante y que he recomendado en más de una ocasión. Respecto al amor benemérito que mencionaba arriba: o bien antes no me pitó tanto, que no creo, o en este se le ha ido la mano, en mi opinión bastante. También hay que tener en cuenta el lote de: experiencia personal/bagaje cultural/contexto vital de servidora, lo cual no te puedes quitar de encima a la hora de enfrentarte a un texto. Lo llevas puesto y sacudírtelo para conseguir una lectura más "objetiva" me ha resultado complicado, la verdad... no sé si me explico o necesito traducción simultánea :-)

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  3. JONAN dice (q me he liado con el gmail en el móvil)
    Ulertzen dut, Deborah, ulertzen dut....pero bueno, en mi caso el que los protagositas fueran picoletos no era un hándicap, sino incluso un incentivo. Me explico: en su momento me pareció original, por ver cómo el autor le quitaba la caspa a los personajes; lo mismo que si se hubiera tratado de un ertzaina (¿por qué no lo hay, por cierto?) o un mosso d'esquadra (menos mal que ahora ha salido lo de "El guardián invisible", con la inspectora de la polícia foral-quantico). Pero la primera entrega me dejó frío. Le di otra oportunidad con "La niebla y la doncella" y ya me rallé. Y luego, por circunstancias, me vi en una situación con un par de libros más de Silva a mano y los leí. Y la verdad, cada vez me fue aburriendo más el Bevilacqua & company. Pero bueno, supongo que eso son mis gustos y no quiero condicionar a nadie. Si tú has disfrutado con este libro, enhorabuena. Por cierto, yo el único premio Planeta que he leído en los últimos años fue el de Eduardo Mendoza. Pero no porque le dieran el dichoso premio, obviamente (no es el mejopr Mendoza, pero siempre es recomendable). Agur bat.

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