Quería acabar con esto. Finiquitar al británico en esta tarde de domingo abúlico que llevo puesta. Tenía aparcada esta "experiencia" porque el tono academicista y el peligro elitista-pedante-de-todos-los-santos acechaban ya desde los primeros capítulos que llevaba leídos. Y mira que tenía en cuenta el contexto histórico mientras leía, pero Lewis me ha podido en esta "Teoría de la lectura" que se casca intentando poner puertas al mar. Que si la mayoría y la minoría con su sensibilidad literaria, (adivinad dónde está él) que si el buen lector vs el mal lector. La guinda aparece en forma de tufazo moralista al analizar la función evasiva de la literatura, véase capítulo "Sobre los errores que comete el buen lector". No cito, quien quiera que cate. Sí, tiene alguna reflexión acertada, pero sólo retransmito la impronta general que me ha dejado. Y estoy siendo buena porque no he comentado los ramalazos machistas del profesor Lewis.
Recomendación: a quien quiera reflexión sobre la lectura/acto de leer y tenga unos párpados a prueba de siestas. Para ese menester más bien sigo recomendando a la Wharton antes que a este.
NOTA DE PRÉSTAMO: Cayó en Sant Jordi. Ay.
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