• La clase, de François Bégaudeau


Julieta Carmona, así se llama la mujer que ha perpetrado la traducción infumable de este libro, lo digo para que la fiche la gente... la pobre no sabe que establecimiento es la mala traducción de instituto o centro ( de enseñanza), y, todavía peor, que profesor principal no existe en nuestro sistema educativo, es más bien el tutor de toda la vida. A los editores (espero que lo del Aleph no vaya por Borges, ya que tratándose de traducciones tendría miga la cosa) es para darles de comer aparte, empezando por el título: ¿cómo se llega de Entre les mures a La clase?, pasando por la puntuación - ese día el corrector de word estaba de vacaciones- , ¿no saben que en castellano los signos de interrogación van al inicio y al final de la frase?; pero es que entre el intento de transcripción de los fallos ortográficos de los alumnos (graciosos, sí) y las meteduras de pata de la edición, al leer "entoes" sin cursiva ni comillas, tienes dudas, no sabes si: A) el personaje está hablando así; B) es un gazapo del editor; C) a Julieta le ha dado un aire.

Mención especial del jurado para esos impagables sino por si no ( canta por peteneras UNA Y OTRA VEZ), construcciones hispanogalas del tipo ¿Cómo es tu nombre? por ¿Cómo te llamas? y, el remate, onceavo por décimoprimero.

Una pena, una verdadera lástima porque el libro es bueno, lo he disfrutado. Una novela realista sobre la docencia -o el intento de ella- en un instituto humilde y multicultural de París. Si alguien tiene los conocimientos y la oportunidad, que lo lea en francés, por favor, se ahorrará una úlcera. ¿La peli?, no la he visto.


Recomendación: a quienes estén interesados en la enseñanza y/o adolescencia y tengan estómago para aguantar a Julieta.

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